viernes, 2 de marzo de 2012

El cuento: origen y desarrollo (111) por Roberto Brey

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Más hispanoamericanos (2)

Manuel Gutiérrez Nájera (1859-1895). Nacido en la ciudad de México y uno de los precursores del modernismo, fue poeta y prosista, pero antes que nada periodista desde los dieciséis años, cuando empezó a colaborar en el periódico El porvenir, con el seudónimo de Rafael. La formación de Nájera tiene que ver con su oficio periodístico y la muy bien provista  biblioteca de su padre. Con más de veinte seudónimos colaboró con innumerables publicaciones con crónicas, relatos, críticas literarias y de arte, poesías, etc. Su producción quedó mayormente dispersa, hasta que en 1909 su viuda editó dos tomos de sus poesías y luego se editaron muchas de sus cuentos y artículos, sus crónicas, reportajes, inventos y relatos humorísticos, que describen la realidad de su época, con fantasía y diversidad de imágenes. Como muchos poetas de su época, tuvo gran influencia de Gustavo Adolfo Becquer (ver capítulo 61), y a la vez, se dijo que su poesía influyó en las obras de Amado Nervo y Enrique González Martínez.

Si bien la mayor importancia de Gutiérrez Nájera es atribuible a su poesía, también se recuerdan sus relatos, algunos de ellos agrupados bajo el título de La novela del tranvía y otros cuentos. Un prólogo los caracteriza como “una galería de retratos literarios que, a través de gracia, talento y habilidad literaria, llevan al lector -como a bordo de un vagón- hacia un México que se recorría andando, que se extendía en paseos y sobremesas y vivía la engañosa calma de la pax porfiriana y el afrancesamiento en arquitecturas, vestuarios, palabras y costumbres”. Gutiérrez Nájera vivió aquellas tertulias y aquel ambiente, que de alguna manera imitaba un bulevar parisien.

 
Eduardo Blanco (1838-1912) autor de obras emblemáticas de la literatura venezolana, estudió en el colegio "El Salvador del Mundo". Entre desórdenes civiles e ideales heroicos, a los 20 años se incorporó al ejército, en el cuerpo de edecanes del General Páez entre 1861 y 1863.

En 1875 se da a conocer como escritor con los cuentos “Vanitas Vanitatum” y “El Número Ciento Once” (de recurrente presencia en las antologías de cuentos fantásticos), ambos publicados en el semanario La Tertulia, y la novela “Una Noche en Ferrara”, en donde abunda lo exótico y lo fantástico. También colaboró con publicaciones literarias y políticas como El Cojo Ilustrado (1896), La Entrega Literaria (1882) y La Causa Nacional (1889).

El acercamiento de Blanco a lo autóctono y romántico se produjo cuando publicó “Venezuela Heroica” (primera edición en 1881 y segunda en 1883). Según el crítico venezolano Víctor Bravocon la publicación de su Venezuela heroica, institucionaliza el culto literario a los llamados «padres de la patria» que participaron en la «gesta» independentista. El libro, que algunos han querido adscribir al género de la novela, resulta un conjunto de cuadros épicos en prosa, en los cuales se detallan algunos de los enfrentamientos decisivos que permitirían la creación de la Gran Colombia (1819), primero, y de la República de Venezuela (1830)”.

Su otra obra importante “Zárate”, aborda el género del folletinesco, con un protagonista de doble identidad: un poderoso ciudadano que se convierte en un bandolero de disfraz y espada, que ayuda al pueblo común ante las injusticias que provienen del poder y de los jefes militares vinculados a él. Justicia para los pobres y los débiles y castigo a los corrupto, una temática común a otros países de América. “(…) Zárate ocupa lugar privilegiado no solo en la historia literaria, sino en el conjunto de las realizaciones artísticas del siglo XIX venezolano, en virtud de su impacto en la conformación de una novelística de amplias resonancias en la cultura del país”, señala Víctor Bravo.

Otras de las obras de Blanco son los “Cuentos Fantásticos” (1882), “Las Noches del Panteón” (1895), “Fauvette” (1905) y “Tradiciones épicas y Cuentos Viejos” (1914).
Entre 1900 y 1901 es ministro de Relaciones Exteriores. Durante la presidencia de Cipriano Castro, entre 1903 y 1906, desempeña el cargo de ministro de Instrucción Pública. En 1911 fue galardonado como escritor nacional.

Otro escritor y estudioso venezolano, Pedro Díaz Seijas (1929) coincide también en que Eduardo Blanco es, sin duda, una de las figuras sobresalientes de la literatura de Venezuela, y señala como fundamentales Venezuela Heroica y Zárate. La primera como una historia de “concepción romántica”. Pero, dice: “en el fondo hay otros elementos finamente disueltos, que pueden aflorar fácilmente en un análisis detenido. Por ejemplo, hay algo de novela en los cuadros llenos de colorido de las batallas y las epopeyas bien logradas (…) Así que no es historia pura y simple, el cuadro Las Queseras, por ejemplo. Allí hay vigor, vida, movimiento, propios de la novela. Por otra parte, en Venezuela Heroica hay un clima poético. Se ha dicho que el libro es un gran poema de nuestra gesta emancipadora. Hay mucho de verdad en esa afirmación. A pesar de lo marcadamente épico del libro, de lo puramente objetivo, de vez en cuando, se viven intensos momentos de lirismo. Porque Eduardo Blanco se entusiasma y hace vibrar las más escondidas fibras del alma humana. Sus cuadros tienen una virtuosa vitalidad inigualable”.

De Zárate considera que es la obra “que mayor consistencia ofrece dentro de los títulos publicados por Eduardo Blanco. Ciertos rasgos objetivos y sicológicos, acercan la novela al hallazgo de lo nacional. Sin embargo, Blanco no podía liberarse por arte de magia de la pesada influencia romántica y en la mayor parte de la obra campean los desaciertos de dicha escuela, tanto en el estilo como en el comportamiento de los personajes. Blanco en todas sus producciones hace gala de un ampuloso estilo, grandilocuente, aprendido de Víctor Hugo y sus demás pintores de la escuela romántica. Y aun cuando en Zárate tiene el acierto de moderar en cierta forma sus arranques épicos, no lo consigue sustancialmente.

De Gutiérrez Nájera, se puede leer “Mi inglés” en:


La novela del tranvía en:

De Eduardo Blanco, se puede leer “El número 111 aventuras de una noche de ópera” en:
http://webdelprofesor.ula.ve/humanidades/alconber/enlaces/cuento_fantastico/el_numero_111.html

Selección de capítulos de Venezuela Heroica en:

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